Cártama
El proyecto busca crear dos espacios museísticos entrelazados: uno interior y otro exterior.
El espacio interior es un centro de interpretación que protege todos los restos arqueológicos descubiertos, creando un recorrido expositivo que permite al visitante descubrir la historia de Cártama por orden cronológico. El espacio exterior es una sucesión de tres plazas que coinciden con los tres principales estratos del yacimiento: la Cártama íbera, la romana y tardo antigua, y la contemporánea.
Estos dos espacios, interior y exterior, están separados por una fachada transparente que se pliega hacia el interior formando exedras. La exedra es una concavidad en un muro de fachada, un espacio a medias entre interior y exterior, que surgió en la arquitectura griega como lugar de reunión. Este elemento, que fue adoptado por la arquitectura romana, aparece en la basílica de Cártama en forma de ábside.
El proyecto retoma este concepto de la arquitectura antigua para crear un espacio ambiguo entre dentro y fuera, una plaza-mirador desde donde el visitante pueda asomarse hacia el interior del museo, haciendo que tenga la sensación de que la historia lo rodea y lo abraza.
Esta concepción del museo, no como un espacio cerrado sino como un lugar abierto hacia el espacio público es la idea central del proyecto.
CAPÍTULO 1. ESPACIO PÚBLICO: LA PLAZA Y SU CONTEXTO URBANO
INTEGRACIÓN CON EL CONTEXTO URBANO
El edificio se integra en un entorno urbano con una topografía abrupta, creando diferentes terrazas que enlazan a nivel con las calles circundantes. Estas terrazas albergan en su interior un centro de interpretación de los restos arqueológicos descubiertos, con el fin de maximizar el espacio público.
Desde el punto de vista volumétrico, el proyecto queda dividido en diferentes volúmenes que se van tallando y retranqueando, para generar una imagen de diversidad urbana, acorde con la fragmentación de las manzanas circundantes. De este modo se busca que el conjunto no sea percibido como un edificio, sino más como un terreno natural antropizado, como la imagen simplificada y abstracta de una cantera o de los bancales de una ladera.
Las fachadas del edificio ofrecen una imagen desmaterializada de la arquitectura de la zona, con paños de elementos tubulares blancos que solo son percibidos en escorzo, pero que resultan transparentes cuando la perspectiva es frontal. Estos elementos tubulares no se corresponden con ninguna época ni estilo, pero sí que sugieren una relación con los ritmos de la arquitectura antigua y con las fachadas encaladas del caserío circundante. El resultado es una fachada ligera que transmite una sensación de unidad con el entorno, pero que a la vez es sumamente transparente, lo que permite contemplar los restos arqueológicos desde el exterior.
CONTENIDO DIDÁCTICO DE LA URBANIZACIÓN
Se ha buscado dar una dimensión didáctica a la urbanización haciendo que los nuevos espacios públicos evoquen los espacios que los precedieron. Siguiendo este criterio se ha reordenado la Plaza de la Constitución para convertirla en una plaza lineal que sigue el muro de la terraza romana, para acabar enmarcando la fachada plateresca de la Iglesia de San Pedro Apóstol. Además, se ha creado una plaza que entra en el edificio a modo de exedra, y permite contemplar los lienzos de la muralla ibérica. Esta plaza, se ubica exactamente sobre la huella de la plaza ibérica, para recrear el espacio público que allí hubo, pero sin llegar a tocar los restos arqueológicos. Para ello, la plaza se resuelve con una losa que descansa sobre el límite de la plaza de la Constitución y sobre un único pilar central, con cimentación pilotada en un pozo existente, lo que permite salvar el pavimento original, que puede ser visitable desde el interior del edificio.
En la terraza superior se crea un pequeño volumen a doble altura, a modo de cella, para albergar una réplica de la escultura principal del conjunto de las matronas sedentes. La imagen de esta escultura, cuyo original se encuentra depositado en el Museo de Málaga, preside la plaza y constituye la principal referencia icónica del espacio público. Junto a este volumen, encontramos otra plaza-mirador que permite descubrir la sección de arqueología romana y bizantina.
El espacio público se cierra al sur con la restitución volumétrica de la basílica. La basílica es uno de los principales edificios del foro y, sin duda, el más monumental de los descubiertos hasta el momento. Por este motivo, se ha decidido devolverle su dimensión pública convirtiéndola en un espacio porticado, que permita al visitante conocer su escala original, creando un espacio de sombra especialmente útil durante los meses de verano.
ESPACIO MUSEOGRÁFICO
El edificio busca establecer una clara relación conceptual entre contenedor y contenido, para ello el espacio museográfico queda dividido en dos niveles diferenciados: en planta baja encontramos los restos ibéricos, mientras que los restos romanos y bizantinos se sitúan en la planta primera.
Esta primera división temporal fija un recorrido expositivo que permite una interpretación de los restos en orden cronológico. Para ello, el visitante que ingrese en el centro pasará por una zona de introducción, con paneles explicativos y una sala audiovisual. En esta zona también se ubican una serie de vitrinas expositivas que quedan alejadas de las superficies acristaladas para evitar reflejos. De este modo, los objetos descubiertos quedan contextualizados, tanto por su entorno físico, como por sus circunstancias histórico-culturales.
La visita continúa con los restos arqueológicos ibéricos del poblado del siglo VII, el santuario del siglo V, y la plaza empedrada del siglo III ANE, donde se explica de evolución de los modos de vida en la Cártama ibérica.
Todo el recorrido es accesible por personas con movilidad reducida (PMR) y existen réplicas de objetos y maquetas táctiles para entender la evolución de la ciudad. El recorrido se estructura en torno a diferentes puntos de visita que son interpretados en paneles expositivos que pueden ser leídos o descritos con la ayuda de audioguía.
A continuación, el visitante cierra el círculo que lo conduce de nuevo al hall, donde subirá al nivel superior dedicado a la historia romana y tardo antigua. Allí, será recibido por una réplica de la matrona sedente, para continuar la visita con una maqueta de la Cártama romana y su foro. A lo largo de diferentes salas conocerá el proceso de excavación emprendido en el siglo XVIII, y su evolución a lo largo de diferentes campañas que concluyen en el siglo XXI. Esta visita incidirá en la evolución de la arqueología y la conservación del patrimonio, que nos acercan poco a poco a la vida cotidiana de una ciudad romana. La visita concluiría con una contextualización del periodo tardo antiguo y de los restos bizantinos encontrados.
El visitante saldrá del centro por la terraza superior, para poder descubrir los restos de la basílica, viéndose confrontado a la escala real de la cártama romana. En la basílica se disponen paneles ilustrados sobre el foro, los diferentes edificios y sus funciones. La visita concluirá saliendo a los pies de la basílica, por el mismo punto por el que se salía en época romana, mirando hacia el Foro de Cártama.
- Tipo
- Concurso de proyectos
- Ubicación
- Cártama, Málaga
- Año
- 2020
- Cliente
- Ayuntamiento de Cártama
- Programa
- Cubrición y protección de los restos arqueológicos
- Superficie
- 1.250 m2 construidos + 1100 m2 urbanización
- Colaboradores
- Paloma Márquez + Sara Real