Tres pabellones en el Anillo Verde de Vitoria

«Trampas de luz» Concurso XIV Beca Arquia

En cierto modo, proyectar un edificio es imaginar una trampa. Una trampa enorme, pero de mecánica sencilla y en la que sólo actúan la gravedad, la inercia y el vacío. Una trampa de luz. En este gran ingenio el arquitecto, hábil cazador, emplea diversos ardides en la tarea de capturar esa presa astuta. Conocedor de que es una batalla perdida a priori, el tiempo corre en su contra. La verdadera luz, inconmensurable, no se deja domesticar.

El proyecto se encuentra situado en el Anillo Verde de Vitoria, un conjunto de parques periurbanos de alto valor ecológico y paisajístico. este gran espacio que rodea la ciudad, a medio camino entre parque y natyuraleza, ha conseguido restaurar y recuperar la periferia de Vitoria, tanto desde ese punto de vista ambiental como desde el social, para crear así un gran área de actividad en torno al centro urbano.

En ese sentido, el proyecto responde directamente a los procesos naturales del entorno en que se encuentra. Hablamos de esa manera de captar la luz que tienen los altísimos robles de los bosques del Anillo Verde. La lucha por la supervivencia pasa por una competición de figuras esbeltas que se alzan hacia el cielo generando una urdimbre entre la que se deraman filamentos de luz, que serán a su vez devorados por elementos de menor tamaño.

La repetición, el cambio de escala, la mutación de elementos en continua evolución hacia su búsqueda del sol, los rayos indirectos, los ambientes, la penumbra y las vistas intrusas serán algunos de los conceptos claves para entender estas tres trampas que aquí se presentan.